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Mostrando entradas de mayo, 2013

Folleto EVC No. 78; 1ª parte

LAS DOS MEJORES PRUEBAS DE LA FALSEDAD DEL PROTESTANTISMO.Pedro Sembrador Pretenden los protestantes que todas sus doctrinas están de acuerdo con la Biblia y que ésta condena todas aquellas Doctrinas Católicas en que el Catolicismo difiere del protestantismo, pero la realidad de las cosas es todo lo contrario, pues: 1- La BIBLIA CONDENA las doctrinas protestantes y ésta es una de las principales pruebas de la falsedad del protestantismo. 2- Las CONTRADICCIONES que hay entre las doctrinas fundamentales de las diferentes sectas, pues donde hay contradicción no hay verdad. Vamos a demostrarlo: 1- LA BIBLIA CONDENA LAS DOCTRINAS PROTESTANTES. Condena la Biblia su libre interpretación en términos tan claros como éstos: Dice la Biblia protestante de Cipriano de Valera: "entre las cuales (se refiere a las epístolas de San Pablo), hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras escrituras, para perdición

Historia de Israel:

La reforma de Josías Después de la muerte de los reyes perseguidores, los fieles despertaron lentamente. A lo mejor habían olvidado o escondido los libros sagrados. Un acontecimiento fortuito contribuyó a estimular este despertar aún tímido: fue el descubrimiento en un rincón del Templo del Libro de la Ley , que era, en realidad, la primera edición del Deuteronomio. En el libro de los Reyes se lee el relato de este acontecimiento que iba a ser decisivo. Era el año 622. Aprovechándose de la decadencia del imperio asirio, Josías emprende la reconquista del territorio de Israel que había pasado a ser una provincia asiria hacía ya cien años. Allí destruyó los santuarios provinciales más o menos sospechosos de sincretismo y derribó los ídolos. Josías reforzó la preponderancia del clero de Jerusalén. Antes, todos los levitas participaban del sacerdocio, pero en adelante solamente los levitas de Jerusalén serían considerados como descendientes de Aarón y sacerdotes como él. Los otros

Historia de Israel:

El reino de Judá Cuando Roboam regresó a Jerusalén, huyendo de las tribus rebeldes, se encontró a la cabeza de un reino muy amputado, que iba a seguir su propio camino, ya como aliado o ya como enemigo de su vecino del norte, Israel. A diferencia de este último, no cambió nunca su capital, conservando la ciudad que David le había dado. Ese reino aparecerá en el texto con los nombres de Reino de Judá o Judá, y a veces Jerusalén, designando en esos casos la capital a todo el reino. Judá, el reino de la promesa Igual que cualquier linaje real, el de David tendrá sus grandes soberanos y sus monarcas lastimosos, vivirá horas de gloria y momentos de miseria y humillación, pero a diferencia de cualquier otro llevará consigo una promesa divina que perdurará a través de los siglos y que hallará su coronación en el reinado universal de Jesús. Por medio del profeta Natán, Dios se había comprometido con la familia de David, y Dios es fiel a sus promesas: la estabilidad dinástica fue la prim

Historia de Israel:

El reino de Israel Arrastrando tras de sí a diez de las tribus de Israel, Jeroboam pasó a ser el soberano de un reino mucho más importante que el del sur, reagrupado alrededor de Jerusalén. En adelante, el reino del norte será designado en los textos de diversas maneras: Reino de Israel o simplemente Israel porque agrupaba los territorios de Palestina central, que guardaban celosamente el recuerdo de su patriarca Jacob-Israel.  Efraím, debido a la importancia de esa tribu. Reino de Samaria o Samaria por el nombre de la capital que pronto le daría el rey Omri. Siquem, Tirsa, Samaria En un comienzo Jeroboam conservó a Siquem como capital de su reino, pero ya en los primeros años de su reinado el peligro egipcio lo obligó a abandonar la antigua ciudad en donde por primera vez Abrahán había levantado un altar a Yavé (Gén 12,7). El faraón Sesonq, después de haberse apoderado de varias plazas fuertes del reino de Judá, le había impuesto a Roboam un pesado tributo; sus tropas a

Historia de Israel:

Jefes carismáticos La obligación impuesta a unos y a otros de vivir juntos en una misma tierra produjo ciertamente muchos choques. Lo que va a salvar el porvenir de las tribus de Israel será tanto la agresividad de unas de ellas (pensemos en la tribu de Efraím cuyas hazañas son contadas en el libro de Josué) como, y sobre todo, su confianza en la ayuda de Dios que experimentaron muchas veces. Después de Josué los israelitas, desorganizados y divididos, se reagruparon en los momentos difíciles alrededor de jueces de tribus o de jefes innatos surgidos del pueblo, como Débora o Gedeón. El profeta Samuel era uno de ellos, y fue el último. Sus hijos eran mediocres y corrompidos; eso, más la edad avanzada de Samuel, fue un buen pretexto para el pueblo para pedirle un rey como lo tenían las demás naciones. De hecho, se había acabado el tiempo del nomadismo y las tribus, establecidas ahora en la tierra, deseaban nuevas instituciones. El silencio de las grandes potencias Puede

Historia de Israel:

El Horeb El número de años en que Israel vaga por el desierto del Sinaí es de cuarenta según el texto bíblico; pero esa cifra es simbólica. Corresponde al número de semanas en que la mujer lleva al hijo en su seno: es pues a la vez tiempo de prueba y tiempo de esperanza. El Horeb será la etapa capital de ese largo caminar: allí será donde la tradición establecerá igualmente el episodio de la zarza ardiente. En el Horeb Dios se manifiesta, Dios habla, y Moisés, descalzo y el pueblo purificado, escuchan la voz de su Dios sin morir: ¿Ha quedado con vida algún pueblo después de haber oído, como tú, la voz de Dios vivo? (Dt 4,32). En el Horeb Dios se revela: “Yo soy Yavé, Yo soy: YO-SOY” (Ex 3,15) En el Horeb Dios da la Ley al pueblo que se ha elegido. Observar esa ley será para él la manera de expresar su fidelidad al llamado único que ha oído al pie de la Montaña Santa. El encuentro en Cadés-Barne El testimonio de la experiencia que habían vivido los clanes salidos

Historia de Israel:

Éxodo y tierra prometida: Un silencio de varios siglos En el último capítulo del Génesis, asistimos a los funerales de José, al que la Biblia presenta como uno de los doce hijos de Jacob. No hay que ver allí un informe de una situación familiar precisa y de los doce hijos reunidos bajo la autoridad del viejo patriarca. Al presentar esa imagen de los orígenes comunes de las doce tribus, el autor sagrado procuraba más bien fortalecer su unidad siempre tambaleante. Ese escritor del tiempo de Salomón no tenía los medios para reconstituir el contexto exacto dentro del cual había evolucionado José, su héroe, e incluso, hay muchos anacronismos en su relato, como por ejemplo los nombres egipcios que cita (Sophnat-Panéah, Asnat, Poti-Phéra), que son del siglo 11. Sin embargo, la imagen que presenta de las relaciones entre el faraón, José y los hijos de Jacob corresponde con bastante exactitud a la situación que había vivido Egipto en el siglo 17, la probable época en que vivió el patr

Historia de Israel:

Una edad de oro en Palestina Mientras Mesopotamia y Siria del norte se veían afectadas por movimientos de poblaciones que venían de regiones de más al norte, Palestina en cambio, en donde los amorreos se habían ya integrado al viejo fondo de población local, conoció una era de gran prosperidad. Después de un eclipse de dos a tres siglos, las ciudades fueron reconstruidas, y se levantaron nuevas fortificaciones. Desde la antigua Ugarit en Siria hasta el sur de Palestina central se desarrolló entonces una notable civilización de la cual dan testimonio la calidad excepcional de su cerámica y los progresos de la metalurgia del bronce. Se trabaja el oro y la piedra con una gran habilidad, pero tanto en eso como en la ebanistería se hace evidente la influencia de los modelos egipcios. Los Hicsos Según toda probabilidad esta región en pleno desarrollo fue el lugar del que salieron los Hicsos, unos jefes militares que se abalanzaron sobre Egipto durante el siglo 18 a .C., funda

Historia de Israel:

Últimas etapas antes de la historia Casi la totalidad de los grandes sitios palestinos fueron abandonados entre 6600 y 5500. Una nueva población ocupó luego el país, su origen habrá que buscarlo en el norte. En el curso del 4° milenio aparecieron los primeros objetos de cobre. El pico de los mineros se escuchó en el sitio de Timna en el norte de Eilat y el fuego del crisol en donde se separa el cobre de su ganga se enciendió en la región de Beershéva: un tesoro encontrado en los bordes del mar Muerto, un poco al norte de Massada manifiesta la destreza de esos artesanos. Al mismo tiempo, se trabaja el marfil, se teje el lino, se domestica el buey y el cerdo. Los ritos funerarios se diversifican según los lugares y es así como en Azor, cerca de Tel Aviv, se colocan los huesos, después de una primera sepultura funeraria, en casitas de barro, en lo alto de cuyas puerta domina una nariz, acompañada a menudo por dos ojos pintados o por dos senos. A finales del 4° milenario, la viña,