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Mostrando las entradas etiquetadas como JESÚS DE NAZARET

La Biblia y oriente antiguo

PASCUA 2014. ¡CRISTO HA RESUCITADO! Las narraciones de la resurrección de Jesús presentan una frase fundamental “Buscáis a Jesús Nazareno, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí...” (Mc 16, 6). Esta expresión es el centro del Nuevo Testamento y de toda la Biblia. No es una simple frase, constituye nuestra confesión de fe. ¡Cristo ha resucitado! es el núcleo del gozo cristiano y del evangelio. Si elimináramos del NT la proclamación de la resurrección de Jesús nuestra fe se desvanecería y el NT perdería su profundo valor. Dice S. Pablo “Si Cristo no ha resucitado, entonces nuestra predicación no tiene contenido ni vuestra fe tampoco” (1 Cor 15, 14). La certeza de que Cristo Vive es el centro de nuestra fe. Sucede que el lenguaje humano es insuficiente para expresar el significado preciso de la resurrección de Jesús. Por eso el NT utiliza dos tipos de vocabulario, entre otros, para describir la vida nueva del Señor: el lenguaje de resurrección y el de exaltación. El lenguaje

La Biblia y oriente antiguo

SITUACIÓN DE PALESTINA EN TIEMPOS DE JESÚS Francesc Ramis Darder El general Pompeyo (63 aC.) conquistó Jerusalén e incorporó Palestina al Imperio Romano. Tras muchas vicisitudes, el año 37 aC., Herodes el Grande (73-4 aC.) subió al trono en calidad de rey vasallo de Roma. Herodes, cruel y despótico, tuvo la habilidad de congraciarse con Roma, reedificar el Templo de Jerusalén, construir fortalezas, y edificar ciudades (Cesarea, Tiberias). A la muerte del rey, el estado se dividió entre sus hijos (Arquelao, Herodes Antipas, y Filipo), pero los conflictos originados tras el reparto obligaron a los romanos a gobernar Palestina directamente mediante procuradores. El más famoso fue Poncio Pilato (26-36) en cuya época murió crucificado Jesús de Nazaret. La división administrativa impuesta al país sufrió constantes cambios; pero, básicamente, los romanos dividieron Palestina en tres provincias: Galilea, Samaría y Judea. Galilea, ubicada al norte, era una región próspera y bien situa

La Biblia y oriente antiguo

¿QUIÉN ES EL SIERVO DE YAHVÉ?  Francesc Ramis Darder El AT llama “Siervo de Yahvé” al hombre elegido por Dios para conducir a Israel según los preceptos divinos: Moisés (Ex 14, 31), David (2 Sam 7, 8), Josué (Jos 24, 29), etc. Pero la connotación específica aparece en cuatro “Cánticos del Siervo” contenidos en el libro de Isaías. Los capítulos 40-55 de la obra de Isaías afirman, básicamente, que Dios es Dios, no porque sea eterno u omnisciente, sino porque interviene en la Historia humana. En contraposición a Dios, los ídolos carecen de divinidad no sólo por haber sido elaborados por artesanos, sino porque son incapaces de actuar en la Historia. A lo largo de Is 40-55, Dios interviene en la historia de Israel mediante dos personajes: Ciro y el Siervo. Ciro es el mediador divino en la liberación del pueblo deportado en Babilonia (Is 41, 1-5; 45, 1-8). El Siervo es un personaje que entrega su vida por amor y fidelidad a los designios divinos para la supervivencia de Israel, si

BIBLIA Y ORIENTE ANTIGUO

PASCUA 2014. ¡CRISTO HA RESUCITADO! Las narraciones de la resurrección de Jesús presentan una frase fundamental “Buscáis a Jesús Nazareno, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí...” (Mc 16, 6). Esta expresión es el centro del NuevoTestamento y de toda la Biblia. No es una simple frase, constituye nuestra confesión de fe. ¡Cristo ha resucitado! es el núcleo del gozo cristiano y del evangelio. Si elimináramos del NT la proclamación de la resurrección de Jesús nuestra fe se desvanecería y el NT perdería su profundo valor. Dice S. Pablo “Si Cristo no ha resucitado, entonces nuestra predicación no tiene contenido ni vuestra fe tampoco” (1 Cor 15, 14). La certeza de que Cristo Vive es el centro de nuestra fe. Sucede que el lenguaje humano es insuficiente para expresar el significado preciso de la resurrección de Jesús. Por eso el NT utiliza dos tipos de vocabulario, entre otros, para describir la vida nueva del Señor: el lenguaje de resurrección y el de exaltación. El lengua

BIBLIA Y ORIENTE ANTIGUO

SITUACIÓN DE PALESTINA EN TIEMPOS DE JESÚS Francesc Ramis Darder El general Pompeyo (63 aC.) conquistó Jerusalén e incorporó Palestina al Imperio Romano. Tras muchas vicisitudes, el año 37 aC., Herodes el Grande (73-4 aC.) subió al trono en calidad de rey vasallo de Roma. Herodes, cruel y despótico, tuvo la habilidad de congraciarse con Roma, reedificar el Templo de Jerusalén, construir fortalezas, y edificar ciudades (Cesarea, Tiberias). A la muerte del rey, el estado se dividió entre sus hijos (Arquelao, Herodes Antipas, y Filipo), pero los conflictos originados tras el reparto obligaron a los romanos a gobernar Palestina directamente mediante procuradores. El más famoso fue Poncio Pilato (26-36) en cuya época murió crucificado Jesús de Nazaret. La división administrativa impuesta al país sufrió constantes cambios; pero, básicamente, los romanos dividieron Palestina en tres provincias: Galilea, Samaría y Judea. Galilea, ubicada al norte, era una región próspera y bien sit