Enderezado, erecto, liberado, despierto, resucitado En tiempos pasados se ha dado mucho énfasis al desarrollo del cerebro como factor esencial de la evolución humana: teniendo cada día más inteligencia y capacidad cerebral, el animal habría llegado naturalmente al espíritu. El hombre, en fin de cuentas, sería solamente el más dotado de los animales. Otra es la conclusión que se saca ahora de los datos paleontológicos y arqueológicos. El factor que separó los antepasados del hombre de sus hermanos animales fue la postura erecta, es decir, una manera de pararse, de vivir y de caminar que transformaba las relaciones entre individuos y les permitía levantar la mirada. Luego empezó el progreso cultural, fruto de la vida comunitaria, y la transmisión a los jóvenes de las experiencias del pasado. El crecimiento del cerebro acompañó la promoción del hombre sin ser la causa verdadera. El enderezamiento ha dado la pauta del proceso; ha sido el primer gesto liberador, fuente lejana de act
"Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes y serán mis testigos" Act: 1, 5-8. El Espíritu Santo hace misioneros con el testimonio y con la palabra. Somos elegidos de Dios para llevar su "anuncio" hasta los confines de la tierra. Es una elección personal y un envío intransferible.