Ir al contenido principal

BIBLIA Y ORIENTE ANTIGUO


LAS HISTORIAS PATRIARCALES Gn 12-50: Francesc Ramis Darder
Dios llamó a Abrán y le encaminó hacia Canaán con la promesa de convertirle en un gran pueblo (Gen 12, 1-6). Abrán y Saray, su esposa, no tenían hijos; por eso, y siguiendo una costumbre antigua, Saray entregó a Abrán a su esclava Agar que concibió a Ismael (16). Más adelante el Señor estableció una alianza con Abrán, significada por la promesa de tierra y la descendencia. La alianza se exterioriza con la circuncisión y el cambio de nombre, Abrán y Saray se llamarán Abrahán y Sara.
Abrahán y Sara concibieron a Isaac. Entonces Sara sintió celos de Ismael. Abrahán, instigado por su esposa, expulsó a Agar y a su hijo, pero el Señor se apiadó y convirtió a Ismael en un gran pueblo (21). A la muerte de Sara, Abrahán compra la cueva de Macpelá para sepultarla (23), donde también él será enterrado (25, 9). La promesa divina comienza a cumplirse: Isaac inicia la descendencia y la adquisición de la sepultura inaugura la posesión de la tierra.
Isaac contrae matrimonio con Rebeca (24) que concibe a Esaú y Jacob. Esaú, el primogénito, era el heredero; pero vendió a Jacob su primogenitura por un plato de lentejas (25, 31-34); y más tarde, Rebeca, mediante la intriga, consiguió que Isaac bendijera a Jacob (27). Esaú enfurecido quiso matar a su hermano. Jacob huyó a casa de su tío Labán y se casó con sus hijas Lía y Raquel. Más tarde Jacob engendró con sus dos esposas y sus respectivas esclavas, Zilpá y Balá, doce hijos: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Dan, Neftalí, Gad, Aser, Isacar, Zabulón, José (29) y Benjamín (35, 18). Después Jacob escapó de Labán y volvió a Canaán. Durante el regreso luchó con Dios que le cambió el nombre llamándole Israel, se reconcilió con Esaú, y erigió un altar al Señor en Betel (32-35).
José era el preferido de Jacob. Sus hermanos le odiaban y lo vendieron a Putifar, ministro del faraón (37). José en Egipto explicó el sueño que había tenido el faraón; el faraón a modo de recompensa, lo nombró primer ministro (41). Cuando el hambre azotó Oriente, los hijos de Jacob bajaron a Egipto a comprar trigo (42). Tras muchas peripecias, José invitó a sus hermanos y a su padre a vivir en Egipto otorgándoles el territorio de Gosén (43-47). José, casado con Asenet engendró a Manasés y Efraín (41, 51-52); pero Jacob, antes de morir, los bendijo adoptándolos como hijos (48).

Las historias patriarcales nos recuerdan que Dios nos acompaña siempre en el camino de la vida; y subrayan que por duras que sean las adversidades,el Señor permanece a nuestro lado como el buen padre que nos quiere y el amigo que consuela.




Comentarios

Entradas populares de este blog

LAS MISIONES EN EL MUNDO: AFRICA

INFORMACIÓN GENERAL DEL CONTINENTE AFRICANO: Africa vive castigada por la violencia. Las numerosas tribus que pueblan el continente se enfrentan a menudo en sangrientas guerras. Otro problema que azota al continente africano es el racismo que provoca enfrentamiento entre negros y blancos. Muchos negros son tratados como esclavos, aún cuando nuestro mundo se jacta de haber abolido la esclavitud. Muchos países africanos han alcanzado su independencia recientemente, pues fueron víctimas del colonialismo europeo durante siglos, lo que ha provocado una gran opresión económica del continente, y un desarraigo cultural. La pobreza es bastante marcada en este continente. De los 47 países menos desarrollados del mundo, 31 son africanos. LA IGLESIA EN AFRICA: Los países del norte de Africa, en los primeros siglos antes de la llegada de los musulmanes, fueron la patria de los fundadores del monaquismo, de grandes teólogos y escritores como Orígenes, San Atanasio, Tertuliano, San Ci

Catecismo de la Iglesia Católica: Copyright © Libreria Editrice Vaticana - 1

Catecismo de la Iglesia Católica: Copyright © Libreria Editrice Vaticana PRÓLOGO: "PADRE, esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a tu enviado Jesucristo" (Jn 17,3). "Dios, nuestro Salvador... quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad" (1 Tim 2,3-4). "No hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos" (Hch 4,12), sino el nombre de JESUS. I. La vida del hombre: conocer y amar a Dios 1 Dios, infinitamente Perfecto y Bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para que tenga parte en su vida bienaventurada. Por eso, en todo tiempo y en todo lugar, está cerca del hombre. Le llama y le ayuda a buscarlo, a conocerle y a amarle con todas sus fuerzas. Convoca a todos los hombres, que el pecado dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia. Lo hace mediante su Hijo que envió como Redentor y Salvad

Carta de Dios para ti

Tú que eres un ser humano, eres mi milagro. Y eres fuerte, capaz, inteligente y lleno de dones y talentos. Cuenta tus dones y talentos. Entusiásmate con ellos. Reconócete. Encuéntrate. Acéptate. Anímate. Y piensa que desde este momento puedes cambiar tu vida para bien. Si te lo propones y té llenas de entusiasmo. Y sobre todo, si te das cuenta de toda la felicidad que puedes conseguir con sólo desearlo. Eres mi creación más grande. Eres mi milagro. No temas comenzar una nueva vida. No te lamentes nunca. No te quejes, No te atormentes. No te deprimas.- ¿Cómo puedes temer si eres mi milagro? -. Estás dotado de poderes desconocidos para todas las criaturas del Universo. Eres ÚNICO. NADIE ES IGUAL A TI. Sólo en ti está aceptar el camino de la felicidad y enfrentarlo, y seguir siempre adelante. Hasta el fin. Simplemente porque eres libre. En ti está el poder de no atarte a las cosas. Las cosas no hacen la felicidad. Te hice perfecto para que aprovecharas tu capacidad y no para que te d