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Reflexiones para el alma

Historias de vida, pensamientos para enfrentar problemas, fortalecer el alma y el espíritu, un dulce maná de reflexiones para hacer de la realidad un sueño. ¿Disfrutaste la lectura? ¡Compártelo con alguien más! Un Día hable con Dios Un día, temprano por la mañana, me levanté para observar la salida del sol. ¡Es asombroso, la belleza de la creación de Dios va mucho más allá de cualquier descripción! Mientras observaba el paisaje, alababa a Dios por su bella obra, y allí sentado, sentí la presencia del Señor. Entonces, Él me preguntó, ¿Me amas? Yo contesté, ¡Por supuesto, Dios! ¡Tú eres mi Señor y Salvador! Entonces me preguntó, Si estuvieras físicamente incapacitado, ¿aún me amarías? Me quedé perplejo, baje la mirada, me quede unos minutos en silencio. Y contesté, Seria difícil, Señor, pero si, aún así te amaría. Entonces el Señor dijo, Si estuvieras ciego, ¿amarías mi creación?. ¡Cómo podría amar algo, sin poder verlo! Y entonces pensé en las personas ciegas que aman a Di

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO

La fiesta judía de Pentecostés era una celebración agrícola que conmemoraba el término del ciclo de la cosecha. Esta se celebraba 50 días después de la Pascua y estaba asociada al don de la ley en el Sinaí, simbolizando que la liberación de Egipto iba encaminada a salvaguardar dicha libertad por mediación del cumplimiento de la ley. Para los cristianos, la mediación de la ley mosaica queda superada por la ley del Espíritu, es decir por la renovación interior. El comienzo de la vida cristiana no es resultado de la buena voluntad del creyente. El movimiento decisivo lo cumple Dios, que a través de su gracia, renueva el corazón de la persona. Confesarse necesitado de salvación parece desusado en una sociedad ufana de sus conquistas, segura de sus terapias y liberada demasiado rápido de la conciencia de ser pecadora. La oferta de salvación no se impone a nadie. Quien la valore, la podrá buscar y acoger con apertura de corazón. REFLEXION Evangelio según Juan capítulo 20, versículos 19

BIBLIA Y ORIENTE ANTIGUO

¿CUÁLES SON LAS SECCIONES DEL NUEVO TESTAMENTO? Francesc Ramis Darder Desde la óptica catequética, dividimos el NT en cuatro secciones. A. Evangelios: El término “Evangelio” procede del griego y significa “Buena Noticia”. Proclama la buena noticia de Jesús de Nazaret quien con su vida, muerte, y resurrección nos ha salvado. Jesús nos ha liberado, pero también nos exige actualizar la liberación en el  mundo de forma radical: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente… y amarás al prójimo como a ti mismo” (Mt 22, 37.39).  Los evangelios son cuatro: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Los tres primeros se llaman sinópticos porque narran, más o menos en el mismo orden el ministerio de Jesús; mientras el evangelio de Juan introduce discursos del Señor que invitan a meditar y contemplar su Palabra. B. Hechos de los Apóstoles: El libro de los Hechos describe los avatares de la primitiva comunidad cristiana. Comienza con la Ascensión del Señor (Ac 1,3

CATEQUESIS DEL CREDO. 7ª PARTE

7. Sagrada Tradición y Sagrada Escritura 24.04.85 1. ¿Donde podemos encontrar lo que Dios ha revelado para adherirnos a ello con nuestra fe convencida y libre?. Hay un ´sagrado depósito´, del que la Iglesia toma comunicándonos sus contenidos. Como dice el Concilio Vaticano II: ´Esta Sagrada Tradición con la Sagrada Escritura de ambos Testamentos, son el espejo en el que la Iglesia peregrina contempla a Dios, de quien todo lo recibe, hasta el día en que llegue a verlo cara a cara, como El es´ (Dei Verbum , 7). Con estas palabras la Constitución conciliar sintetiza el problema de la transmisión de la Revelación Divina, importante para la fe de todo cristiano. Nuestro ´credo´, que debe preparar al hombre sobre la tierra a ver a Dios cara a cara en la eternidad, depende en cada etapa de la historia, de la fiel inviolable transmisión de esta auto-revelación de Dios, que en Jesucristo ha alcanzado su ápice y su plenitud. 2. Cristo mandó ´a los Apóstoles predicar a todo el mundo el

CATEQUESIS DEL CREDO. 6ª PARTE

I Catequesis 6. El carácter de la fe 17.04.85 1. Si la originalidad de la fe consiste en el carácter de conocimiento esencialmente sobrenatural, que proviene de la gracia de Dios y de los dones del Espíritu Santo, igualmente se debe afirmar que la fe posee una originalidad auténticamente humana. En efecto, encontramos en ella todas las características de la convicción racional y razonable sobre la verdad contenida en la divina Revelación. Esta convicción -o sea, certeza- corresponde perfectamente a la dignidad de la persona como ser racional y libre. Sobre este problema es muy iluminadora, entre los documentos del Concilio Vaticano II, la Declaración Dignitatis humanae. En ella, leemos, entre otras cosas: ´Es uno de los capítulos principales de la doctrina católica, contenido en la Palabra de Dios y predicado constantemente por los Padres, que el hombre, al creer, debe responder voluntariamente a Dios, y que, por tanto, nadie debe ser forzado a abrazar la fe contra su volu