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Nunca te rindas

Sir Winston Churchill cuando era un muchacho y asistía a la escuela, repitió tres veces el octavo curso, porque le costaba aprender. Es algo irónico que años después, la Universidad de Oxford le pidiera pronunciar el discurso de la fiesta de graduados. Para este acontecimiento llegó con sus acompañantes habituales, un bastón y un sombrero de copa. Mientras se aproximaba al podio, el público le brindó aplausos de aprecio. Churchill, con pausado ademán calmó la multitud, mientras se disponía a hablar ante sus admiradores. Luego colocó el sombrero sobre el atril y mirando directamente a la ansiosa audiencia, gritó con una voz llena de autoridad: ¡Nunca se rindan! Transcurrieron algunos segundos. El auditorio se quedó en silencio. Se levantó puesto de puntillas y gritó nuevamente: ¡Nunca se rindan! Sus palabras retumbaron a través del auditorio. Todos permanecieron inmóviles y callados mientras Churchill alargaba su brazo en busca de su sombrero; ayudándose con su bastón abandonó l

Dios sabe lo que hace

Se cuenta que en Inglaterra, había una pareja a la que le gustaba visitar las pequeñas tien-das del centro de Londres. Una de sus favoritas era la de antigüedades y en una de sus visitas encontraron una hermosa tacita. -¿Me permite ver esa taza?, preguntó la Señora, ¡nunca he visto nada tan fino! En cuanto tuvo en sus manos la taza, ésta comenzó a hablarle: Yo no siempre he sido esta taza que estás sosteniendo. Hace mucho tiempo yo era sólo un montón de barro sin forma. Mi creador me tomó entre sus manos y me amoldó cariñosamente. Llegó un momento en que me desesperé y le grité: Por favor, déjame en paz. Pero sólo me sonrió y me dijo: Aguanta un poco más, todavía no he terminado. Después me puso en un horno. Yo nunca había sentido tanto calor. Me pregunté por qué mi creador quería quemarme, así que toqué la puerta del horno y a través de la ventana del horno pude leer los labios de mi creador que me decía: Aguanta un poco más, todavía no he terminado. Finalmente, mi creador me tomó

"VEN ESPÍRITU SANTO VEN"

¡"Ven, Espíritu Santo, ven y renueva la faz de la tierra! ¡Ven con tus siete regalos! ¡Ven Espíritu de la Vida Espíritu de la Comunión y el Amor! La Iglesia y el mundo te necesitan. Ven, Espíritu Santo, y haz siempre más fructíferos los carismas que nos has concedido en nosotros. Da nueva fuerza y fervor apostólico a estos hijos e hijas tuyos. ... Abre los corazones; renueva su compromiso cristiano al mundo. Conviértelos en mensajeros valientes del Evangelio, testigos del Jesucristo resucitado, Redentor y Salvador. Refuerza su amor y su fidelidad a la Iglesia". ¡Amén

TIEMPO RETROCEDE

Tiempo cede Tiempo tro Tiempo... re ¡Ay! ¡Retrocede, tiempo, retrocede! ¡Oh! Si pudiera... Quiero alcanzar las cumbres estelares con mi andadura Quiero esparcir gardenias luminosas en mi camino Quiero surcar las olas de los mares de la aventura He extraviado mi vida y es mi grito resucitar He aprendido que es corta, es efímera la juventud He angustiado la calma para el rito que exige amar. Tiempo cede Tiempo tro Tiempo... re ¡Ay! ¡Retrocede, tiempo, retrocede! Ahora comprendo Cuantos años perdí en la intolerancia la rebeldía Cuantas horas hemosas derroché por mi ansiedad Cuanta lucha inicié por mi i

Finaliza el año

Señor, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI. Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser. Te agradezco por todo cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir. Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y mis amigos de siempre, los más cercanos a mí y los que están más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría. Pero, Señor, hoy también quiero pedirte perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho. Perdón por vivir sin entusiasmo. Por la oración qu

Muchos me rechazan

Había una iglesia en un barrio, a la que asistían personas muy cultas y refinadas. Existía una especie de derecho de admisión, es decir los líderes de la iglesia se fijaban en los asistentes, en como vestían, su status, su formación y de donde provenían. Un borracho arrepentido de su situación y con deseos de cambiar su vida, intentó entrar a una de sus reuniones pero no pudo, porque los encargados de recibir a las visitas, le impidieron la entrada al templo. El borracho se retiró con tristeza y sin entender lo que ocurría. Pasado unos minutos, se presentó la prostituta del barrio que, cansada de la clase de vida que llevaba, intentó entrar a la iglesia, buscando que alguien le aconsejara como podía dejar de usar su cuerpo de esa manera y cambiar su estilo de vida para poder estar más cerca de Dios. Lamentablemente fue reconocida por los recepcionistas del templo y no la dejaron entrar. Más tarde se acercó un hombre que había tenido muchos problemas; había perdido su empresa, sus bi

Tener fe

Tener fe es “ACEPTAR” lo que Dios permite en nuestra vida aunque no lo entendamos, aunque no nos guste. Si tuviéramos la capacidad de ver el fin desde el principio tal como Él lo ve, entonces podríamos saber por qué a veces conduce nuestra vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra razón y a nuestros deseos. Tener fe es “DAR” cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos. La fe siempre saca algo valioso de lo aparentemente inexistente; puede hacer que brille el tesoro de la generosidad en medio de la pobreza y el desamparo, llenando de gratitud tanto al que recibe, como al que da. Tener fe es “CREER” en lugar de recurrir a la duda, que es lo más fácil. Si la llama de la confianza se extingue, entonces ya no queda más remedio que entregarse al desánimo. Para muchos creer en nuestras bondades, posibilidades y talentos, tanto como en los de nuestros semejantes, es la energía que mueve la vida hacia grandes derroteros. Pero todavía hay una forma mas elevada de creer. Saber q