Mientras los vientos hablen entre murmullos, y la corriente en torbellino se haga río, los árboles florezcan y en sus ramas, y se escuchen el gorjeo de los nidos. Mientras en la tierra germinen las semillas y las aguas transparentes den la calma, y entre el susurro de la mañana clara, descubramos la luz que nos embriaga.. Te alabaré mi Dios con todo el canto, con mi alma en gozo para tenerte, para que revivas en este corazón ingrato y te quedes con tú amor eternamente. Mientras cambien las tormentas en oasis, y las penas en perladas gotitas de rocío, la fuerza del encono que hace bulla, en manso arroyo de perdón sincero. Estarás Señor dentro de mi pobre nada, entregando tú amor como su dueño, como el novio que se abraza a su amada, manteniendo tú fidelidad y tú consuelo… Ana María Capalbo anamaria.capalbo@gmail.com
"Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes y serán mis testigos" Act: 1, 5-8. El Espíritu Santo hace misioneros con el testimonio y con la palabra. Somos elegidos de Dios para llevar su "anuncio" hasta los confines de la tierra. Es una elección personal y un envío intransferible.