La tranquilidad La tranquilidad se alcanza en cuanto seamos capaces de aceptar que es poco probable que la vida vaya tal y como la planeamos. La tranquilidad no se crea. Ya existe entre nosotros, simplemente perdemos el contacto con ella. La tranquilidad no está en aquellos que insisten en que sus vidas han sido destrozadas por otros. Aquellos que conocen la tranquilidad, se responsabilizan des sus propias vidas. La tranquilidad es una de esas cosas tanto más difíciles de encontrar cuanto mas las buscas. Relájate y deja que ella te encuentre. Los tontos se quejan, condenan, critican… La tranquilidad pertenece a aquellos capaces de elogiar en los demás lo que hacen bien. La tranquilidad está mas allá de la forma, no puede atraparse ni sujetarse. Está más allá del sonido pero quizá dentro de él y sin embargo no puede ser oída. No puede verse, y sin embargo está en todo lo que vemos. Sólo hallarás la tranquilidad cuando aceptes la necesidad de un poco de autoexamen en tu vid...
"Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes y serán mis testigos" Act: 1, 5-8. El Espíritu Santo hace misioneros con el testimonio y con la palabra. Somos elegidos de Dios para llevar su "anuncio" hasta los confines de la tierra. Es una elección personal y un envío intransferible.