El Secreto Ostensiblemente sutil y volátil, escurridiza, y a la vez, cercana. Por los avatares de nuestra vida, no siempre logramos cultivarla. La felicidad se dispensa a todos y muchos intentamos atraparla, pues es Dios quien nos la ofrece y en el alma ella fija su morada. Si de veras quieres la felicidad, y a la plenitud pretendes llegar: ¡Ama y cultiva siempre el amor, porque el amor es lo esencial! Si de veras la deseas alcanzar, el rencor y el odio has de alejar, procurando perdonar siempre: ¡Así serás feliz y vivirás en paz! Por discordias circunstanciales, a veces se nos va de las manos. Si pretendes reconquistarla: ¡Continúa sirviendo y amando! ¡La felicidad habita cerca tuyo, está en lo profundo de tu alma! Si te decides a servir con amor, ella misma retornará a tu casa. El secreto está pues, en que, y no es un juego de palabras: ¡La felicidad huye, si la buscas, y regresa, si en verdad amas! Sant...
"Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes y serán mis testigos" Act: 1, 5-8. El Espíritu Santo hace misioneros con el testimonio y con la palabra. Somos elegidos de Dios para llevar su "anuncio" hasta los confines de la tierra. Es una elección personal y un envío intransferible.