7. Un Dios "escondido" 28.08.85 1. El Dios de nuestra fe, el que de modo misterioso reveló su nombre a Moisés al pie del monte Horeb, afirmando ´Yo soy el que soy´, con relación al mundo es completamente transcendente. El . es real y esencialmente distinto del mundo. e inefablemente elevado sobre todas las cosas, que son y pueden ser concebidas fuera de El´: ´est re et essentia a mundo distinctus, et super omnia, quae praeter ipsum sunt et concipi possum ineffabiliter excelsus´ (Cons.Dei Filius, I, 1-4). Así enseña el Concilio Vaticano I, profesando la fe perenne de la Iglesia. Efectivamente, aun cuando la existencia de Dios es concebible y demostrable y aun cuando su esencia se puede conocer de algún modo en el espejo de la creación, como ha enseñado el mismo Concilio, ningún signo, ninguna imagen creada puede desvelar al conocimiento humano la Esencia de Dios como tal. Sobrepasa todo lo que existe en el mundo creado y todo lo que la mente humana puede pensar: Dios ...
"Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes y serán mis testigos" Act: 1, 5-8. El Espíritu Santo hace misioneros con el testimonio y con la palabra. Somos elegidos de Dios para llevar su "anuncio" hasta los confines de la tierra. Es una elección personal y un envío intransferible.