Mateo 22,1-14. Reflexión: Hoy también el Señor nos invita a las Bodas, es decir al Cielo, donde se celebrará el eterno banquete nupcial de Cristo con su Iglesia. Es decir, Dios nos está llamando e invitando a la conversión, a que cambiemos de vida y empecemos a vivir cristianamente, cumpliendo los diez mandamientos y las enseñanzas de Jesús en el Evangelio. Pero muchos de nosotros no escuchamos este llamado, que nos llega a través de los profetas, que hoy son los sacerdotes, los buenos amigos, la Virgen con sus apariciones, etc.; y cada uno sigue haciendo lo suyo sin importarle el llamado tan insistente del Padre. Dejemos entonces todo lo que es secundario y atendamos este llamado, pues no sabemos hasta cuándo el Señor tendrá paciencia con nosotros y nos esperará. Hoy es tiempo de conversión y misericordia. Comencemos hoy a vivir santamente. Pidamos a la Santísima Virgen la gracia de atender los llamados de Dios y tomarnos en serio la vida cristiana. Jesús, María, os amo, salv...
"Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes y serán mis testigos" Act: 1, 5-8. El Espíritu Santo hace misioneros con el testimonio y con la palabra. Somos elegidos de Dios para llevar su "anuncio" hasta los confines de la tierra. Es una elección personal y un envío intransferible.