REFLEXIONES
RELIGIOSAS:
Como
Jesús amó a los suyos: Pbro. Aderico Dolzani, ssp.
En el evangelio de hoy, leemos las declaraciones
de amor de Jesús por sus apóstoles. Les prometió un amor tan grande como el que
le tenía el Padre. Además, les concedió el mandamiento de amarse los unos a los
otros, como él los amó. "Que no hay amor más grande que dar la vida por
los amigos", que eran ellos. Cuando escuchamos este evangelio, no tenemos
que imaginar que fue una lección teórica, una clase de catecismo o el sermón de
un cura. Jesús emitió estas declaraciones en un momento muy solemne: durante la
última cena. Estaba celebrando la Pascua con sus discípulos, cuando les lavó
los pies a todos. Entre la sorpresa y la admiración por el gesto y las
palabras, y no entendiendo bien qué estaba haciendo con ellos, terminaron de
cenar. Pocas horas más tarde, los apóstoles comprobaron que Jesús, realmente,
había dado la vida por ellos. Y, a pesar de que ellos lo abandonaron y
escaparon, los siguió amando. Él les había concedido el mandamiento del perdón
entre los hermanos, y de verdad los perdonó. En esa cena, Jesús inició el
memorial para quedarse siempre con sus apóstoles. Por eso su presencia llega
hasta nosotros en la eucaristía. Al meditar este texto del evangelio y contemplar
lo que se desarrolló durante la última cena, debemos comprender que, cuando en
el evangelio se habla de amor y de caridad, no se trata solo de un sentimiento.
Dios nos amó de verdad y con obras. Ese es el amor que nos tenemos que dar los
unos a los otros.
El mensaje de la liturgia: Amar es la consigna. Jesús se está despidiendo (jn. 15, 9-17).
Resuena en el Evangelio los últimos y apremiantes consejos del que se va, pero,
a la vez, se queda. Sobresalen dos entrañables palabras: Amor- amigo. Jesús les
da un preciso significado para que nadie las confunda con los bastardo s usos
de moda: No hay amor más grande que dar la vida… yo no los llamo servidores (…)
los llamo amigos… ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando… lo que
yo les mando es que se amen los unos a los otros. ¡ Que lejos està el amor que
ofrece, propone y exige Jesús del que propagan la publicidad y las telenovelas!
Cada frase del Evangelio de hoy revela los sentimientos del Amigo que nos
estimula a permanecer en su amor para que nuestro gozo sea perfecto. Coloca en
mi corazón, Señor, ese ideal del amor “más grande”, de reproducir en mi
existencia tu constante entrega. Te doy gracias, Señor, por el tesoro de tu
amistad. Ayúdame a valorarla y vivirla con alegría.
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