Cuan triste es la vida de aquellos que vivimos en hospitales y/o dependemos de ellos para poder sobrevivir, sin tener quien nos visite en muchos casos, sin un amigo que se acuerde de que aún existimos
La pastoral de la salud en la Argentina:
¿Qué
es pastoral de la salud?:
El
padre Mateo Bautista García, reconocido pastoralista en la cuestión, nos brinda
un panorama de la situación y los desafíos de la pastoral de la salud en
nuestra Iglesia.
A
la hora de elaborar el "status questionis" de la pastoral de la salud
en nuestro país, definamos en primer lugar qué es la pastoral de la salud. Pastoral
de la salud es la presencia y acción, en nombre del Señor Jesús, el Salvador,
de un ministerio de relación de ayuda, específico, entusiasta, encarnado,
capacitado, iluminativo, celebrativo, creativo y organizado.
Ministerio
llevado a cabo desde la fe, por el anuncio y testimonio de toda la comunidad
cristiana (específicamente, por el obispo, sacerdote, diácono, religioso/a,
ministro de la comunión, agente de pastoral, profesional cristiano de la salud
y por el mismo enfermo), apoyándose en los auxilios de gracia divina que son dados
en la praxis sacramental, en la escucha de la Palabra revelada, en la vida de
oración...
Tiene
como objeto ofertar salud-salvación: curación, asistencia, liberación,
sanación, reconciliación, sentido vital, crecimiento humano y salvación. Tiene
como misión el encuentro con el enfermo y su familia, con los profesionales de
la salud, con las estructuras de salud y con los sanos para potenciar una
cultura más sensible y humanizadora frente al dolor, al sufrimiento, a la
discapacidad, a la agonía, a la muerte, al duelo y a la defensa de la vida.
La
evolución: Según esta definición, podemos constatar
que la pastoral de la salud ha tenido notables y necesarias evoluciones:
a)
De una concentración excesiva en los sacramentos a una pastoral humanizadora,
catequética y evangelizadora-sacramental.
b)
Del enfermo a la salud. No se habla ya de pastoral de los enfermos ni de
pastoral del alivio ni pastoral hospitalaria, sino de pastoral de la salud. No
entendiendo salud como ausencia de enfermedad, sino como plenitud y calidad de
vida en todas sus dimensiones: física, emocional, intelectual, social,
axiológica y espiritual.
c)
De una exclusión o alejamiento en la planificación de la pastoral de conjunto a
una pastoral organizada e integrada en una comunidad sanante y hospitalaria.
d)
Del hospital a la comunidad. Se superó la reducción de la pastoral de la salud
al ámbito hospitalario para pasar a la prevención, visita a domicilio, grupos
de mutua ayuda, humanización, duelo, adicciones... La pastoral de la salud es misionera.
e)
De una actitud de pasividad o de delegación a una actitud de compromiso activo.
El sujeto primario de la pastoral de la salud es la comunidad cristiana en
todos sus agentes: clérigos y laicos.
Esta
evolución era necesaria porque ha cambiado la concepción dolorista y resignada
ante el dolor; el mundo de la salud y del sufrimiento es un mundo secularizado
y tecnificado, con las mayores y más desafiantes problemáticas bioéticas; se va
pasando de una mentalidad de orden moral a una mentalidad de orden técnico; la
estructura socio-sanitaria es supercompleja y conflictiva. Son los desafíos a
una pastoral de la salud que ha de ser competente, especializada, organizada,
coordinada con programas y proyectos específicos, en formación permanente.
¿Qué
logros tiene la pastoral de la salud en la Argentina?:
1.
Va asumiendo el término pastoral de la salud en toda su amplitud.
2.
Se instituyó la Comisión Episcopal de pastoral de la salud.
3.
Se nombraron los delegados y equipos diocesanos de pastoral de la salud con el
fin de impulsar una pastoral orgánica. Muchos delegados son profesionales
laicos.
4.
Se publica bibliografía adecuada, variada y accesible económicamente.
5.
Se va impulsando una necesaria formación permanente para los agentes
pastorales.
6.
Se celebra el Día del Enfermo.
7.
Se reconoce la figura del capellán hospitalario, aunque no siempre es
retribuido económicamente.
8.
Algunos seminarios e institutos de teología ya han introducido en su currícula
la materia de pastoral de la salud.
9.
Se ha desarrollado notablemente el apostolado de los ministros extraordinarios
de la Eucaristía para los enfermos, aunque desligados de la pastoral de la
salud.
10.
Se ha promovido la pastoral con la ancianidad, de adicciones, del duelo, de
Hiv-sida, programas radiales, prevención del suicidio, páginas web...
11.
Tímidamente se va iniciando la pastoral en salud mental.
12.
La pastoral de la salud argentina está relacionada con la pastoral de los
países limítrofes y con el Consejo Pontificio de la pastoral de la salud.
¿Cuáles
son los desafíos de la pastoral de la salud en la Argentina?:
1.
Los pastores (obispos, sacerdotes y diáconos) han marginado en gran parte a los
enfermos, delegando presencias y funciones ministeriales. Muchos no están
formados ni capacitados para ejercer este ministerio.
2.
Las capellanías hospitalarias suelen ser muy deficientes pastoralmente; poco
integradas en el equipo profesional multidisciplinario; disponen de pocos
medios económicos; con una visión muy sacramentalista; con poca planificación,
formación y espiritualidad permanentes de sus agentes laicales.
3.
En escasas parroquias está organizada completamente esta pastoral. En no pocas
comunidades, se suele reducir la pastoral de la salud al apostolado de los
ministros de la comunión. Muchos de éstos no se consideran agentes de pastoral
de la salud sino agentes de la liturgia. Ni siquiera son preparados para una
sana relación de ayuda al enfermo, Actúan por separado de los agentes de
pastoral de la salud.
4.
Esta misma pastoral de la salud se tiene muy poco en cuenta en la organización
y acción pastoral y litúrgicas ordinarias de las comunidades.
5.
La Comunión, Unción y Viático no se dan porque no se pide, no se piden porque
tampoco se ofrecen. Hay una gran necesidad de evangelización al respecto. Se ha
de introducir esta temática en las homilías y catequesis.
6.
Es necesaria y urgente la unión, coordinación y actualización de las religiosas
hospitalarias.
7.
Los profesionales católicos de la salud han de hacer pastoral en su lugar de
trabajo y en sus comunidades.
8.
Se ha de aprovechar el potencial testimonial evangelizador del enfermo.
9.
Se ha de configurar un equipo nacional coordinador y una guía de las obras
asistenciales de la Iglesia. Hay muchas presencias pero dispersas.
10.
Se ha de aprovechar más los medios de comunicación social, especialmente las
emisoras locales.
11.
Se ha de estructurar un ciclo de formación que otorgue el "título" de
idoneidad para el agente de pastoral de la salud.
12.
Ningún capellán designado ni ningún seminarista ordenado sin un curso de
relación de ayuda pastoral al enfermo.
Para
recordar:
1.
De los 3779 versículos de los Evangelios, 727 se refieren específicamente a la
curación de enfermedades físicas y mentales. De los 32 milagros, 25 son de
curaciones. Además, encontramos 31 referencias generales a milagros que incluyen
curaciones. De los 666 versículos del evangelio de Marcos, 209, casi un tercio,
se refieren a la actuación de Jesús entre los enfermos, inválidos y moribundos.
Jesús hizo de este ministerio no sólo una prioridad sino una opción.
2.
Existe un mandato misionero al que no hay que meter tijera en su segunda parte:
"Anuncien la Buena Noticia y curen a los enfermos" (Lc 9, 2).
3.
Las mayores crisis de fe (con su resentimiento hacia Dios, la Iglesia...) están
en el mundo del dolor y el sufrimiento.
4.
Nuestro vacío pastoral es aprovechado por las sectas.
5.
La pastoral de la salud empieza por casa: comunidades hospitalarias, una sana
prevención, sanos estilos de vida...: todos enfermaremos, envejeceremos y
moriremos.
Muchos
pastoralistas piensan: ¿qué tenemos que hacer para que los jóvenes estudiantes,
obreros... vengan a la Iglesia, participen en...? Los enfermos piensan: ¿qué
tenemos que hacer para que el párroco y los agentes pastorales nos visiten...?
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