Vergonzosa actitud de la ONU con a la población desplazada en Sudán del Sur. La vida de miles de personas corre un serio riesgo si no se actúa de inmediato.
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En una clara demostración de indiferencia, altos funcionarios de la ONU han
rechazado mejorar las condiciones de vida de los 21.000 desplazados que se
refugian en un área propensa a inundarse de una de las bases de la Misión de
Asistencia de la ONU en Sudán del Sur (UNMIS, por sus siglas en inglés).
Médicos Sin Fronteras (MSF) advierte de que todas estas personas estarán aún
más expuestas a sufrir enfermedades y epidemias si permanecen allí. Pese a las
repetidas peticiones por parte de las organizaciones humanitarias, la ONU no ha
actuado sobre el terreno para mejorar las condiciones de vida de esta población
cuyas posibilidades de supervivencia se ven cada día más amenazadas. MSF
cuestiona el compromiso de la ONU para cubrir las necesidades de los grupos más
vulnerables del país y pide una acción inmediata para salvar las vidas de las
miles de personas que están en el campo de Tomping.
La
base de UNMIS de Tomping en Juba, la capital del país, ha acogido desde hace
meses a miles de personas que huyeron para salvar sus vidas cuando estalló el
conflicto el pasado diciembre. Todos ellos están hacinados en las zonas bajas
del recinto, que se inundan cada vez que llueve. En la clínica que MSF tiene en
el campo de desplazados, las enfermedades diarreicas, las infecciones
respiratorias y las enfermedades de la piel representan más del 60 por ciento
de los casos tratados. MSF y otras organizaciones han pedido en varias
ocasiones que se expandiera el campo a otra zona del recinto que está vacía y
que es menos proclive a sufrir inundaciones, al menos como medida temporal para
salvar vidas. Sin embargo, todas las solicitudes que se han hecho hasta la
fecha han sido rechazadas.
“La
decisión de la ONU de no mejorar las condiciones en Tomping es vergonzosa”,
afirma Carolina López, coordinadora de la emergencia de MSF. “Durante las
primeras lluvias de la temporada se colapsaron 150 letrinas, que se vieron
desbordadas por la crecida del agua. La gente está viviendo en canales de
desagüe naturales y hay una sola letrina por cada 65 personas. Las lluvias, que
suelen durar unos seis meses, son cada día más intensas. Si no se hace nada
inmediatamente, las consecuencias, que ya son terribles, pueden resultar
fatídicas. Se debe expandir el campo de forma inmediata a zonas secas, ya sea
como solución temporal o definitiva”.
El
3 de abril, Hilde Johnson, máxima responsable de UNMISS, afirmó que el campo de
Tomping estaba en “riesgo inminente de convertirse en una trampa mortal’.
Después anunció que se cerraría en mayo. El plan de la ONU para establecer un
lugar alternativo, que se he visto retrasado una y otra vez, es poco realista.
A lo largo de las últimas cinco semanas, el personal de la ONU sólo ha
trasladado a 1.118 residentes a otra base de la UNMISS conocida localmente como
la ‘Juba House’, en las afueras de la capital. Muchos de los residentes del
campo dicen no querer moverse allí porque no se sentirían seguros. “En
cualquier caso, aunque este plan fuera una opción válida hace un mes, trasladar
a 20.000 personas a día de hoy hasta un lugar que no está preparado, con las
lluvias ya empezando, no es realista. Es incomprensible que no se pueda usar un
espacio que está ahí disponible”, afirma López. “Ahora dicen que no hay espacio
suficiente en Tomping, pero este argumento es inaceptable cuando en el otro
lado de la alambrada hay un parking y una zona de almacenaje seca”, concluye la
coordinadora de MSF.
Tomping
es el ejemplo más visible del cambio de rumbo que la ONU tiene que dar en todo
el país. En otras zonas de Sudán del Sur hay miles de personas en campos de
UNMISS que no están preparados ante la inminente llegada de las lluvias. Por
ejemplo, en la base en Malakal, algunos datos provisionales recogidos por MSF
indican que ya existe un índice de mortalidad muy alto. Sin embargo, las
agencias de la ONU no hacen nada para mejorar la situación.
En
Minkamman, un descampado que está fuera de otro complejo de la ONU, unas 82.000
personas que huyeron de los enfrentamientos de Bor viven en unas condiciones
terriblemente duras. MSF tiene cuatro clínicas en las que se pasan unas 2.000
consultas a la semana, y con los problemas de saneamiento que hay, los equipos
están muy preocupados por la posibilidad de que se den enfermedades
relacionadas con la mala calidad del agua. Ante la inminente llegada de la
temporada de lluvias, la necesidad de poner medidas concretas en marcha se hace
cada día más urgente. “Se están dando importantes retrasos en la puesta en
marcha de las actividades de la ONU debido a la compleja burocracia interna a la
que se enfrentan. Sus planes están trazados, pero a día de hoy no tienen
infraestructuras preparadas”, insiste López.
“El
18 de marzo, la misión de la ONU en Sudán del Sur informó al Consejo de
Seguridad de que la ‘Protección de Civiles es una de las prioridades clave”,
afirma Jerome Oberreit, Secretario General de MSF. “La dirección de la ONU debe
recordar que protección significa algo más que poner a la gente en un recinto
cerrado. Es básico que las condiciones de vida sean buenas y para ello se
requiere de una acción urgente y pragmática. La gente debe estar a salvo de las
enfermedades además de la violencia”.
Testimonio de Mut Jock Koryom
desde el campo de Tomping: No tenemos agua potable.
Nuestra gente se pone enferma. Nuestros hijos cogieron el sarampión. El
problema es que está llegando la temporada de lluvias. Algunas zonas se
inundarán y eso traerá problemas. Sólo recibimos una manta y una lona de
plástico. Con la época de lluvias llega el frío y no será suficiente.
La
higiene es difícil de mantener. Los baños están muy llenos porque hay mucha
gente y no son suficientes. Hay gente que nos habla de higiene en la comunidad.
He visto sitios muy sucios. A veces el
agua potable se acaba a las 3 de la tarde porque somos mucha gente. Ahora
recibimos comida tres veces. El problema en el campo es que no hay sitio para
moler el mijo con el que hacer harina. Hay gente que va fuera a molerlo pero la seguridad no es buena, hay
gente que ha desaparecido en la carretera.
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