¿Prueba o tentación?
Santiago 1:2-4 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os
halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce
paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y
cabales, sin que os falte cosa alguna.”
Santiago 1:12-13 “Bienaventurado el varón que soporta la
tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida,
que Dios ha prometido a los que le aman. Cuando alguno es tentado, no diga que
es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él
tienta a nadie.”
Estos dos pasajes del primer capítulo de la epístola del
apóstol Santiago nos hablan de “pruebas” y de “tentación”. En la Biblia Reina
Valera Revisada (1960), Santiago 1:2 dice que nos regocijemos cuando nos
hallemos en “diversas pruebas.” Y el versículo 12 dice que debemos resistir la
“tentación”, es decir rechazarla cuando llega a nuestras vidas. En ambos casos
vemos la misma palabra “peirasmos” en la versión original en idioma griego.
En general esta palabra se refiere a situaciones que ponen a
prueba a una persona, pero existe una diferencia: La “prueba” apela a lo mejor
del hombre, con la esperanza de que se mantenga firme en los principios de la
Palabra de Dios. Por el contrario, la “tentación” acude a lo peor del hombre
con el fin de que ceda y haga lo malo. La prueba dice: “Haz esto que es bueno;
no te detengas aunque sea doloroso”. La tentación dice: “Disfruta al hacer
esto; no te detengas aunque sea malo”. Dios usa las pruebas para hacernos
“perfectos y cabales, sin que nos falte cosa alguna.” (Santiago 1:4). Satanás
usa las tentaciones para desviarnos del camino que Dios nos ha trazado. Dios
nos prueba para sacar lo mejor de nosotros. El diablo nos tienta para sacar lo
peor.
Mateo 4:1 dice que después de su bautismo y antes de comenzar
su ministerio, “Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado
por el diablo.” Allí, después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches,
vino a él Satanás con el fin de tentarlo. Y de tres maneras diferentes intentó
hacerlo caer en pecado, y en las tres ocasiones el Señor le respondió
refiriéndose a las Escrituras: “Escrito está.” Jesús se sometió a la voluntad
escrita del Padre, resistió al diablo y éste tuvo que dejarlo en paz. Así dice
Santiago 4:7: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros.”
De la misma manera podemos decir que, justo antes de comenzar
su ministerio, Jesús fue sometido a prueba por Dios. Él se mantuvo firme,
sabiendo que había un propósito divino y pasó con éxito la prueba. Entonces
“vinieron ángeles y le servían.” (Mateo 4:11). Siempre hay bendiciones cuando
actuamos conforme a la Palabra de Dios, ya sea cuando estamos frente a una
tentación o en medio de una prueba. Dice Santiago 1:12: “Bienaventurado el
varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba,
recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.”
Ora diariamente pidiendo al Señor discernimiento para
reconocer las tentaciones y fuerzas para rechazarlas, y fe y fortaleza para
soportar las pruebas. Así que, ya sea una prueba o una tentación lo que se
presente ante ti, concentra tus esfuerzos en actuar de manera que Dios quede
complacido. Si encuentras dificultad en lograrlo no olvides que el Señor está
siempre dispuesto a escuchar nuestro clamor y a ayudarnos a salir victoriosos.
Sólo tenemos que actuar de acuerdo a su voluntad y recibiremos su bendición.
Recuerda lo que dice Romanos 8:28: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas
las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados.”
ORACION: Mi bendito Padre celestial, gracias por tu Palabra
que me enseña como debo comportarme en todas las situaciones que se presenten
en mi vida. Dame las fuerzas y el valor que necesito para actuar siempre
conforme a tus enseñanzas. En el nombre de Jesús, Amén.
Patricia Zabala
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