Es más
tolerable y más fácil no adquirir que perder.
Que no se
apodere de nosotros la inconstancia, vicio en extremo enemigo de la serenidad.
Quien se
dedica a muchas cosas, a menudo entrega a la suerte el dominio de sí mismo.
Es propio
del hombre reírse de la vida antes que lamentarse. Es mejor aceptar con tranquilidad las
costumbres públicas y los defectos humanos, y que no se escapen
involuntariamente ni la risa ni las lágrimas.
En tus males
conviene que te conduzcas de tal modo que des al dolor sólo cuanto la naturaleza
ordene, no cuanto ordene la
costumbre.
No es grata
y segura la vida de quienes viven siempre bajo una máscara.
Hay que
mezclar y alternar estas cosas: la soledad y la compañía de la multitud.
No hay que
tener la mente en la misma tensión constantemente.
Hay que dar
un alivio a nuestros espíritus: tras haber descansado surgen los mejores y más
vivos proyectos.
A través de
las ocupaciones se pasa la vida.
Ante todas
las cosas es necesario evaluarse a uno mismo, porque
las más veces nos parece
que podemos más de lo que en verdad podemos.
Los
patrimonios, causa máxima de las aflicciones humanas.
La mejor
medida del dinero es no caer en la pobreza ni alejarse
demasiado de la pobreza.
¡Qué tarde es
comenzar a vivir cuando hay que abandonar la vida!
Autor:
Séneca
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