El Secreto
Ostensiblemente sutil y volátil,
escurridiza, y a la vez, cercana.
Por los avatares de nuestra vida,
no siempre logramos cultivarla.
La felicidad se dispensa a todos
y muchos intentamos atraparla,
pues es Dios quien nos la ofrece
y en el alma ella fija su morada.
Si de veras quieres la felicidad,
y a la plenitud pretendes llegar:
¡Ama y cultiva siempre el amor,
porque el amor es lo esencial!
Si de veras la deseas alcanzar,
el rencor y el odio has de alejar,
procurando perdonar siempre:
¡Así serás feliz y vivirás en paz!
Por discordias circunstanciales,
a veces se nos va de las manos.
Si pretendes reconquistarla:
¡Continúa sirviendo y amando!
¡La felicidad habita cerca tuyo,
está en lo profundo de tu alma!
Si te decides a servir con amor,
ella misma retornará a tu casa.
El secreto está pues, en que,
y no es un juego de palabras:
¡La felicidad huye, si la buscas,
y regresa, si en verdad amas!
Santiago E. Kloster, ssp
Gracias Hermano Kloster de la
familia Paulina. Mil bendiciones
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