Jesús crecía en gracia. Pbro Aldo Ranieri
(30/12/2012)
El libro del Eclesiástico puede haber sido escrito
alrededor del 132 a.C. El nombre del autor es Jesús, y lo conocemos por su
nieto, el cual lo admiraba mucho: “…mi abuelo Jesús, después de haberse dado
intensamente a la lectura de la Escritura, adquirió un gran dominio de ella”.
Para que, entonces, no se pierda esta sabiduría de su abuelo, decide traducir
su libro a fin de que los que aman la sabiduría, la aprendan. Hoy es el día de
la familia, empezando por los abuelos, en efecto el texto habla de tres generaciones:
“Quién honra a su padre expía sus pecados y recibirá el contento de sus hijos”.
Un antiguo texto egipcio del 1000 a.C. reza así: “Sostén a tu madre como ella
te sostuvo a ti. Ella sufrió mucho por ti al darte a la luz y, una vez nacido,
te llevó en sus brazos y por tres años pegaste tu boca a su seno. Pueda ella no
tener nunca que reprocharte algo, ni levantar sus manos a Dios y que este no
tenga nunca que oír sus lamentos”. Honrar al padre y a loa madre, en el libro
de Tobías, se entiende como no causarles disgustos (Tob: 4, 3-4); e4n el libro
de Proverbios es cuidar que no le falte el sustento (Prov: 19, 26). Para el
libro del eclesiástico, la familia es el lugar donde se encuentran el consuelo
y se sanan las heridas que “la calle” inflige: Come con alegría tu pan y bebe
tu vino, que Dios está contento de tus obras. Vive la vida con la mujer que
amas ya que muchas son las fatigas con que te afanas bajo el sol” (Qo: 9,7). La
lectura de la carta a los Colosenses tiene consejos que Pablo repetía mucho en
sus cartas. La capacidad de” perdonarse mutuamente en familia sigue siendo el
fundamento de la paz“.
El mensaje de la liturgia: ¿Todo fue color de
rosas?
Mirando al “niñito” del pesebre podemos olvidarnos
que ese “niñito” terminó CRUCIFICADO. Mirando algunas “estampitas (y célebres
cuadros) de la Sagrada Familia podemos creer que para ellos “todo fue color de
rosa”. Basta leer los Evangelios de la infancia de Jesús –incluyendo el de hoy-
para advertir que por muy “sagrados” que hayan sido Jesús, María y José, el
Padre Dios no los eximió de las dificultades, las penas y las angustias de la
problemática familiar de todos los tiempos. (N está de más recordar que una de
las devociones del pueblo cristiano se refiere a “los siete dolores de la
Santísima Virgen”). Dios se hizo “hombre” como los demás hombres; y nació y
vivió en una familia de “ciencia ficción”. Jesús, María y José encontraron la
fuerza para cumplir la misión que a cada uno Dios le encomendó en la fe y el
amor, (A ello se refieren los textos de la misa. ¡Cuánta fe y amor necesitamos
hoy para “apuntalar2 nuestra propia familia y la institución familiar tan
golpeada por todos los “medios”! ¡Señor, aumenta nuestra fe! ¡Señor, aumenta
nuestro mutuo amor.
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