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alma y el espíritu, un dulce maná de reflexiones para hacer de la realidad un
sueño.
Miedos, pánicos y
fobias
Todos, desde niños
hasta adultos, experimentamos miedos, timidez, vergüenza. Sentirse ansioso en una
situación particularmente incómoda nunca es agradable. Sin embargo, cuando se
trata de niños, experimentar este tipo de sentimientos es normal y necesario. Sentir
y lidiar con la ansiedad puede preparar a las personas más jóvenes a hacer
frente a las situaciones del futuro.
La ansiedad y el miedo: La ansiedad es una «aprensión sin
una causa aparente» Suele ocurrir cuando no existe una amenaza inmediata a la
seguridad o bienestar de una persona, pero se siente como algo real y el
corazón late con velocidad, el cuerpo empieza a transpirar, la boca se seca y
la mente se bloquea. En ciertos casos, cuando un niño siente miedo a
determinadas cosas puede ser positivo porque hace que se comporte de una manera
más prudente. Por ejemplo, un niño que tenga miedo al fuego evitará jugar con
fósforos.
La naturaleza de las
ansiedades y de los miedos cambia a medida que los niños crecen y se
desarrollan: Los bebés experimentan ansiedad ante los extraños, abrazando
fuertemente a sus padres cuando personas que no reconocen se acercan a ellos.
Los niños de corta edad temen a cosas que no son reales, como los monstruos y
los fantasmas.
A medida que los niños
crecen, un tipo de miedo puede desaparecer o ser reemplazado por otro. Un niño
que no puede dormir con la luz apagada a los cinco años, más tarde, quizás
disfrute de una historia de intriga. Otros, tal vez, quieran acariciar a un
león en el zoológico, pero tienen pánico a una araña. Los niños generalmente
temen situaciones u objetos específicos, después de haber tenido una
experiencia desagradable, como la mordedura de un perro o un accidente.
Los adolescentes
experimentan un tipo de ansiedad relacionada con la aceptación social y los
logros académicos. La ansiedad asociada a situaciones sociales puede tener
efectos a largo plazo. Por ejemplo: un niño con miedo a ser rechazado, puede
dejar de aprender ciertos hábitos para relacionarse en la sociedad, facilitando
su aislamiento.
Muchos adultos se
sienten atormentados por miedos que comenzaron a partir de experiencias en la infancia.
El miedo de un adulto para hablar en público puede ser el resultado de haber
sido avergonzado frente a sus compañeros del colegio muchos años atrás.
Las fobias: Cuando las ansiedades y los miedos persisten, pueden llegar
a convertirse en fobias, es decir, un miedo que es extremo, severo y
persistente. Millones de personas de todas las edades, sufren de diversos tipos
de fobias: Fobia a los insectos, a la oscuridad, a las alturas, a estar
encerrado, a los espacios abiertos…
Pero la que más me
llamó la atención es la «Teofobia»: Fobia a Dios. La Teofobia es un anormal e
injustificado miedo a Dios. Quienes padecen de esta fobia, piensan que Él los
va a castigar por todo lo que digan o hagan y lo ven como un tirano, cruel,
despiadado, implacable y violento.
La Biblia habla de
temer a Dios, en el sentido de tenerle un profundo respeto, pero tener miedo a
Dios, es algo muy distinto. Muchas personas viven en un constante estado de
ansiedad y preocupación, pensando que Dios en cualquier momento los juzgará y
castigará. Si te sientes identificado con este tipo de fobia quiero decirte,
que te han engañado. En algún momento de tu vida te han atemorizado con esa
idea de Dios que no se corresponde con la verdad. Dios no es ningún verdugo, no
está con un látigo en su mano esperando que hagas algo mal, para castigarte.
¡No! Dios no es así,
todo lo contrario, es un caballero con mayúsculas. Su amor es incondicional y
siempre está a tu lado dispuesto a perdonarte, guiarte y ayudarte, si reconoces
tus errores y tu necesidad. Hace unos años yo no podía hablar en público. Tenía
lo que se llama «pánico escénico». Por todos los medios posibles intenté
corregir este problema, pero no había forma. Hasta que un día le pedí a Dios
que me ayudara a superar esta situación y a continuación fui a dar mi primera
conferencia. Sin hacer nada especial, el problema se solucionó. Si estás
leyendo esta historia y sientes que estás atrapado en algún tipo de fobia, te
animo a que hagas sencillamente lo que yo hice y verás cómo cualquier miedo que
te esté paralizando, desaparecerá.
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