Es
divino ser diferentes: Pbro. Aderico Dolzani, ssp. 21/07/2013
Jesús va a un
pueblo para visitar a dos hermanas, al parecer amigas de familia, que
lo reciben y lo tratan como a un huésped importante y apreciado.
Las dos se dedican totalmente a él. Cada una a su manera. El
Señor, contrariamente a su costumbre, llega solo y el evangelio nos
relata el encuentro íntimo de los tres, sin milagros ni enseñanzas
de por medio, con diálogos que manifiestan confianza y
libertadfamiliar para expresarse hasta el reproche. Marta, quien hace
las veces de dueña de casa, está muy atareada en agasajar al
huésped. María estaa embelesada escuchándolo. El reproche entre
las hermanas nos muestra el grado de cercanía que tienen con
Jesús. No se habla de esa manera frente a un extraño. Jesús
acepta la hospitalidad activa de Marta y la actitud de escucha de
María. No le reprocha a Marta por las tareas que está haciendo,
sino por su pretensión de que María también sea como ella.
tampoco dice que lo que hace es malo o no es necesario. al contrario,
podemos imaginar que la escena termina con la comida familiar y los
sabrosos comentarios de los tres. El Señor las quiere a las dos,
pero no iguales, sino diferentes, a cada una tal como es. Sucede en
nuestros días que hay grupos que pretenden que todos los católicos
o cristianos seamos iguales... otros que afirman tener la mejor
espiritualidad y quieren imponerla, comunidades que aspiran a aplicar
su modo de ver y pensar la vida cristiana... Que las celebraciones
sean todas de un cierto modo... Que no se lean libros de ciertos
autores y espiritualidades... Hay demasiados celos que no vienen de
Dios. Con este evangelio aprendemos que el Señor no hace
distinción de grupos, culturas, sexo, maneras de ver e inter-
pretar las situaciones... Pero sí queda claro que lo que debe
distinguir a los que quieren seguirlo es la escucha y práctica de
su Palabra sin comparaciones con los hermanos.
El mensaje de la
liturgia:Seguimos a Jesús escuchando y sirviendo.
No se trata de
“restar” sino de “sumar”. El cristiano “suma”, une en su
vida la oración y la acción. Sigue a Jesús escuchándolo como
María y sirviendo a los hermanos como Marta. ¡Reza y trabaja!
Pareciera que también en la época de Jesús se vivía un tanto
“alocadamente”: Jseśu le señala a Marta que se inquieta y se
agita demasiado... Yhoy ¿Quién no vive enloquecido? Necesitamos un
poco de sosiego, momentos de oración, encuentros “tranquilos”
con el Señor. Jesús no descalifica a Marta y su necesario servicio.
Le recuerda la importancia de “estar con el”. ¿Como dice el
refrán español? A Dios rogando y con el mazo dando. Lo sintetizó
Jesús: Felices los que escuchan la palabra de Dios y la practican.
(Lc 11, 28)
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