La vida sería insoportable si todo se
recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse.
La muerte es algo que no debemos temer
porque, mientras somos la muerte no es y, cuando la muerte es, nosotros no
somos.
No está bien ocultar nuestra
ignorancia, debemos descubrirla y ponerle remedio.
No camines delante de mí, puede que no
te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí,
puede que seamos amigos.
El silencio es un amigo que jamás
traiciona.
Lo que me preocupa no es que me hayas
mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creerte.
Dios da las nueces, pero no las parte.
Dios mira las manos limpias, no las llenas.
La felicidad es un artículo maravilloso:
Cuanto más se da, más le queda a uno.
Todas las batallas en la vida, sirven
para enseñarnos algo, también las que perdemos.
La tristeza es una enfermedad en la
que, cada paciente, debe tratarse solo, siempre y cuando haga lo que el Doctor
Dios diga.
Hemos aprendido a volar como los
pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de
vivir juntos como hermanos.
Educar la mente, sin educar el corazón,
es educar para nada.
Vivimos en un mundo donde nos
escondemos para hacer el amor, mientras la violencia se practica a la luz del
día.
Cuando lo que deseas se te hace muy
difícil de conseguir, no cambies el deseo, busca un nuevo camino.
Todos los días tienes que acercarte, y
tocar, a alguien. La gente ama un cálido abrazo o una palmada en la espalda.
Las personas olvidarán lo que dijiste,
olvidarán lo que hiciste, pero no olvidarán cómo los hiciste sentir.
Si Dios cierra una puerta, abre mil
otras. Las oportunidades se presentan siempre, aún después de que otras se nos
escapan.
El hijo de mi hija mi nieto será; el
hijo de mi hijo ¡sólo Dios sabrá! Se refiere a que no se puede dudar de la
maternidad pero si de la paternidad.
O todos hijos de Dios o todos hijos del
diablo. Hace referencia a la igualdad cuando alguien pretende tener privilegios.
Quien de los suyos se aleja, Dios le
deja. Sentencia que los que abandonan a su familia serán abandonados de la mano
de Dios.
Dios de la nada hizo el mundo, y el
abogado de la nada un pleito. Significa que los abogados son hábiles para
establecer dichos o hechos que no son ciertos.
A los bobos se les aparece la madre de
Dios. Se refiere a las personas que sin esfuerzo tienen buena fortuna.
Fortuna te dé Dios, hijo, que el saber
poco te basta. Advierte que en ocasiones hace falta un poco de fortuna o buena
suerte pues no siempre se presta atención a los méritos de las personas.
Dios, que da la llaga, da la medicina.
Se refiere a que debemos confiar que los remedios de nuestros males vienen
acompañados de la mano de Dios.
Dios y vida componen villa. El trabajo
con tiempo y Dios son necesarios para conseguir las cosas.
Dios cura y el médico cobra los
honorarios. Significa que estamos sujetos a los designios de la providencia.
Palo dado ni Dios lo quita. Significa
que no debemos aferrarnos a cosas que sucedieron en el pasado.
Al que no habla, Dios no lo oye.
Aconseja pedir ayuda cuando la necesitamos.
Del agua mansa me libre Dios, que de la
brava me libraré yo. Aconseja desconfiar de las personas calladas y
silenciosas.
A quien Dios no le da hijos, el Diablo
le da sobrinos. Es posible verse en situaciones no buscadas por causas ajenas.
Ama y serás amado; teme a Dios y serás
honrado; trabaja y no pedirás necesitado. Nuestros esfuerzos siempre tienen su
premio.
El hombre propone y Dios dispone. La
realización de nuestros deseos depende de la fortuna o providencia.
A quien Dios se la diere, San Pedro se
la bendiga. Las personas deben aceptar de buena gana los resultados de sus
pretensiones.
Dios me libre de mis amigos, que de mis
enemigos me libro yo. Es más difícil librarse de enemigos ocultos que de los
declarados.
A quien madruga, Dios lo ayuda. El
logro de nuestros objetivos implica gran trabajo y dedicación.
A Dios rogando y con el mazo dando. Las
personas deben dar su propio esfuerzo en la consecución de sus metas sin
esperar milagros.
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