Comentario: Hechos 15,1-2.22-29
¿Cómo resolver los conflictos en la comunidad? ¿Cómo responder a situaciones
nuevas, que aparecen por primera vez y que dividen las opiniones? El problema
de la incorporación de los paganos en la iglesia llevó a que se realizara una
asamblea, en presencia de los apóstoles, donde todas las voces fueron
escuchadas. Así, reunidos en comunidad, y con la asistencia del Espíritu Santo,
se va aclarando el camino y los pasos a seguir. Desde el 1º momento se planteó
en la comunidad cristiana un conflicto grave
que provocó un altercado y una violenta discusión: La necesidad o no de
someter a los paganos a las prescripciones mosaicas para entrar en la comunidad. La manera de
tratarlo ha pasado a nuestra tradición cristiana como una realización fáctica
de la paz que el Señor nos da: No negar
el conflicto, no acusar ni condenar a
los demás, no sospechar de su mala fe, no apelar a imposiciones humillantes, dialogar,
escuchar, entender las razones y, lo que es más difícil, las sensibilidades de
los demás, acordar una solución, salir de la crisis más hermanad0s en el
Espíritu Santo de Jesús. La narración acaba con unas palabras. Esta fue leída y
(Act. 15, 31) Probablemente este es el
signo de la Paz
de Jesús, la alegría compartida y el aliento mutuo a crecer en la fidelidad. Sin olvidar que es
una alegría nada ingenua la del que ha conservado la comunión después de ceder
alguna parte, quizás muy amada.
. Para los que vivimos en cualquier parte. En el mundo o fuera de él más allá de todo mundo y en cualquier tiempo. LECTOR: Tienes la oportunidad de dejar este mundo y de seguir al Señor. No dudes un instante. No permanezcas observando lo que queda atrás, en el camino, ni sueñes con tu fantasía, gestando fantasmas en un futuro que no es y que, seguramente, nunca será. Deja. Aventúrate, en cambio, por las sendas de la Eternidad, que ya están a tu disposición. No sólo no están lejos sino que en este mismo instante se abren para ti. Tal vez pensabas que alcanzarías una vida mejor mudando de lugar o escapándote del tiempo. Nada de eso. Aquí hallarás una pequeña senda para horadar el instante y el lugar en que te encuentras y pasar del otro lado. Más allá. No te turbe tu pasado. No te angustie el mañana. Simplemente estás aquí y ahora con el Señor. Es Él quien te llama. Y no quieras saber otra cosa. No te pierdas en vericuetos ni te distraigas en tu propio laberinto. No te j...
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