Lecturas: Epístola I de San Pedro 5,5b-14.
Comentario: Esta carta es un testimonio de los vínculos de cariñosa hermandad que se vivían entre apóstoles y evangelizadores. Eran mucho más que "un equipo de trabajo", como se podría encontrar en cualquier empresa. La fe común en Jesucristo sustenta un lazo sólido. Y el beso de paz que se intercambia en el saludo es símbolo de esa comunión. San marcos que vivió intensamente la vida de los cristianos de Jerusalem y que era primo de Bernabé después de un fallido intento de acompañar a este y a Pablo en su segundo viaje misional se encuentra en Roma ayudando a San Pedro como como intérprete lo que es explicable si tenemos presente que al ser librado de la prisión milagrosamente, Pedro ira a la casa de María, madre de Marcos (Act. 12, 11-17), por eso lo llama su hijo indicando una íntima y antigua relación entrañable, que nos permite afirmar con San Ireneo que después de la muerte de Pedro, marcos, discípulo e intérprete de Pedro, nos transmitió por escrito lo que este había predicado.
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