Bienaventurados los consagrados en
cuerpo y alma, tiempo y eternidad, a Crist6o, salud crucificada por el Reino de
los cielos.
Bienaventurados los que escucharán
a Jesús un día en el cielo lo que ya dijo en la tierra: Estuve enfermo y me
visitasteis. (Mt: 25, 36)
Bienaventurados los que saben que
Dios los ama y quiere que se amen... sanos: Ayer, hoy y mañana.
Bienaventurado el voluntario que
sabe ser, sabe estar, sabe hacer... y sabe escuchar.
Bienaventurados los medios que
hacen salud haciendo prevención.
Bienaventurados los políticos que
no olvidan que la salud es del pueblo; y el sistema de salud también.
Bienaventurado el voluntario con
gran oído externo y fino oído interno.
Bienaventurados los que son como
Jesús: sanos, saludables, sanadores, sanadores y mediadores de la salvación.
Bienaventurado el voluntario que no
se endiosa.
Bienaventurados los enfermos que
poder visitarlos es una bendición. Y que, además, bendicen
Bienaventurados los enfermos que
nos sensibilizan, humanizan y evangelizan.
Bienaventurado el voluntario que no
se cree superman.
Hay que gastarse en las cosas de
Dios, pero no desgastarse.
Sufrir sanamente para dejar de
sufrir.
Sé rico en tu pobreza. Se pobre en
tu riqueza.
Sea paciente en la ruta; no sea
paciente en el hospital.
El hablar poquito y siempre muy
clarito.
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